Roberto Carlos hizo vibrar el domingo a los chilenos ávidos de sus canciones. Con una potente banda de 10 músicos, el rey de la música latina colocó a sus pies a las cerca de 10 mil personas que abarrotaron el Movistar Arena de Santiago.
Himno al amor
El brasileño arrancó con Emociones y siguió con Qué será de ti, para después tomar una guitarra e interpretar los primeros acordes de uno de sus más logrados éxitos y que ha sido traducido en varios idiomas: Detalles. El teatro pareció venirse abajo, pese a que es una canción muy lenta, melancólica y sentimental, pero que su letra, según los entendidos, es un verdadero himno al amor.
Roberto Carlos observaba estupefacto cómo la gente encendió sus celulares y empezó a cantar con él hasta el final del tema, algo que ocurrió prácticamente con todas sus creaciones. Entre estas, Desahogo, Lady Laura y Mujer Pequeña. El ritmo cambió bruscamente con Yo te propongo y Concavo y convexo.
A pesar de su edad, 77 años, mantiene la misma voz y tono, y la prueba de ello es que los vientos, que tienen una gran participación en sus melodías, nunca atenuaron su registro. Al final de su concierto cantó Ese tipo soy yo, La distancia y El día que me quieras, de Carlos Gardel, que sacó prolongados aplausos, al igual que Amigo.
Dejó para cerrar su presentación otra de sus grandes canciones: Jesús Cristo, con la que la gente se paró y se abalanzó hacia el escenario para grabar la interpretación desde menos distancia. El artista comenzó a distribuir claveles blancos y rojos entre sus admiradores y recibió algunos recuerdos, mientras las luces poco a poco se apagaron.